De profesión escaparatista y decorador, nació en Sevilla un mes de abril de hace algunos años, en el seno de una familia macarena y bética, cerca de la Trinidad. En la Hermandad del Sagrado Decreto empezó de niño a tener vivencias cofrades ya que a ella pertenecían sus primos, quedando siempre embobado, como le pasaría a cualquiera, ante la presencia de la Virgen de la Esperanza mientras su vecino Raimundo le ponía las flores.
En su adolescencia, su "mundo cofrade" se vio reducido a la Semana Santa, empezando a buscar la belleza de los palios. Quedó prendado de manera especial de aquellos que aportaban aspectos diferentes, como el de la Virgen del Rosario, de la Hermandad de Montesión, el de la Vikrgen de Montserrat, el de Nuestra Señora de los Ángeles, de la Hermandad de los Negritos,...
Si alguno de ellos le marcó, fue el paso de palio de la Virgen del Rocío, quedando siempre atrapado en su forma de andar alegre.
Fue su elección hacerse hermano de la Hermandad de la Redención. Fue allí donde comenzó a aprender lo que era una Hermandad por dentro, pasando a ser en poco tiempo prioste y vestidor de las imágenes, privilegio del que ha disfrutado veintiún años ininterrumpidamente.
Aunque siempre renunció a vestir otras imágenes, en ocasiones puntuales ha vestido las imágenes del paso del Duelo y la Virgen de Villaviciosa (de la Hermanad del Santo Entierro), así como imágenes de gloria y penitencia de Sevilla y provincia. Siendo el vestidor, desde hace catorce años, de la Virgen del Carmen en sus misterios dolorosos.
Otra faceta relacionada con las cofradías es su trabajo como diseñador de bordados para diferentes talleres, de los que hay buena cuenta, por ejemplo en su propia Hermandad.